No es fácil, sin lugar a dudas, ver un partido de basquetbol desde el banco de suplentes, desmotiva y desalianta, entre otras cosas. Uno ahí sentado piensa que podría haber resuelto un sinnúmero de situaciones adentro de la cancha, que hubiera hecho las cosas de tal o cual manera y que hubiera podido salvar al equipo de una caída o contribuir para hacer más amplio el triunfo...
Pero la realidad muchas veces es muy distinta. Quizás a algunos les toque en suerte jugar uno o dos minutos o, en el peor de los casos, ninguno. Así es el básquet. Tal vez por esto que un jugador puede salir y volver a entrar -a diferencia del fútbol, que cuando te sacaron fuiste-, uno cree que tiene más posibilidades, pero es engañoso.
En general un técnico no tiene más de siete u ocho jugadores en mente para un partido: los cinco titulares y dos o tres recambios, todos ellos pueden entrar y salir cuantas veces el entrenador lo considere necesario, en virtud del patrón de juego por él establecido, una actitud de madurez basquetbolística es saber aceptarlo, más aún durante el transcurso de un juego.
Que queda para los cuatro o cinco jugadores restantes, el saber aprovechar los minutos en cancha que el técnico les ofrece, de manera tal que pueda ser "más tenido en cuenta" en el próximo juego; una actitud de madurez basquetbolística es saber aceptarlo.
Y, demás está decir que los minutos que uno se merece dentro de la cancha se consiguen durante la semana, en el entrenamiento... Y, demás está decir, que hay cosas que se resuelven en la intimidad del vestuario o durante las prácticas. No se ganan partidos protestando porque el entrenador te sienta en el banco, con caras largas o una desinteresada actitud frente a los escasos minutos en cancha.
La idea de equipo se desdibuja de esa manera, porque surge la idea del imprescindible. El básquet es un juego de conjunto y los partidos se ganan con el aporte de todos; algunos toman las decisiones dentro de la cancha, como lanzar o pasarla, como llegar hasta la puerta del aro y desde allá arriba pasar la pelota en lugar de tratar de meterla (algo muy común e inexplicable), correr o poner la bola en el 'freezer'; el técnico, mientras tanto, toma las decisiones desde el banco... ¿Si se equivoca? Obvio, pero todo se habla. en el momento y el lugar indicado.
Marcelo Zona
5 comentarios:
Esto va con firma, porque es una opinión personal, de ningún modo representa el sentir o pensar de la subcomisión de básquet. Porque pienso que es hora que se madure basquetbolísticamente. Tenemos un equipo con muchas potencialidades, pero muchas veces "el árbol no nos deja ver el bosque".
no me cierra si lo escribiste por los chicos (jugadores) q no juegan o por los q juegan (un poco aunque sea) y todabia se quejan!!!!!!!! ¿¿¿por que lo escribiste???
La idea original era escribirlo para los que juegan poco, para los que miran el partido desde el banco, pero en algún punto involucro también a los que juegan. No se puede estar todo el tiempo cuestionando las decisiones del entrenador y menos durante los partidos, cuando el objetivo es superar a un adversario y NO ponerse a pelear con el técnico. Eso distrae, hace perder de vista el objetivo, no ayuda, no aporta en positivo para el equipo. Creo, otro año, que los equipos de juveniles y cadetes de Española tienen un enorme potencial, siempre empezamos diciendo que este es el año y después estas pavads terminan influyendo negagtivamente, como, por ejemplo, en el partido ante Unión, que se podría haber ganado, cuando a minutos del final estábamos arriba en el marcador.
es verdad ;)
Está claro que lo escribí con bronca y con el ánimo de sumar, sin ningún tipo de intención de agredir u ofender a nadie.
AGUANTE ESPAÑOLA
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